A 172 años de cuando Don Bosco inició la obra de los Oratorios con una simple Ave María el 8 de diciembre de 1841 en el encuentro con Bartolomé Garelli, a 153 años de la fundación de la Congregación Salesiana y de la Familia Salesiana el 18 de diciembre de 1859; a 122 años del inicio  de la presencia salesiana en Colombia (11 de Febrero de 1890), la semilla  sembrada desde entonces, ha ido creciendo, por la acción del Espíritu Santo, a lo largo del tiempo y lo ancho de la geografía del mundo hasta convertirse en un frondosísimo árbol. Millones y millones de niños y jóvenes han encontrado en él cobijo y apoyo para alzar el vuelo hacia todos los puntos cardinales.  El carisma salesiano se ha ido dilatando en ondas expansivas hasta llegar hoy a 131 países del mundo.

 

Con razón hoy podemos hablar no sólo del “fenómeno histórico salesiano”, sino apropiadamente del Movimiento Salesiano integrado por  niños, niñas, jóvenes y adultos, especialmente de los sectores populares, religiosos y laicos, personas de diversas culturas  e inclusive religiones,  que han recibido el influjo benéfico de la misión  evangelizadora educativa salesiana, y sobre todo participan activamente, de una o otra manera, en  la realización de su misión y comparten la Pedagogía salesiana del Sistema Preventivo y la espiritualidad salesiana.

Hablamos de MOVIMIENTO para  referirnos  a una realidad dinámica, portadora de vida, en permanente crecimiento y expansión que ha ido desarrollándose y encarnándose  en tantos lugares y culturas, tomando rostros tan diferentes como  los pueblos y regiones en los que está presente.



 

Es un Movimiento ESPIRITUAL suscitado por el Espíritu Santo en la Iglesia y que encarna de manera especial y única  el Evangelio como Seguimiento  de Jesucristo. Quienes formamos parte del Movimiento Salesiano nos proponemos pensar, sentir  vivir y actuar  a la manera de Jesús, tras las huellas de Don Bosco, que buscaba de tal manera identificarse con Él que se veía en él un “retrato fiel de Nuestro Señor Jesucristo” (MBe III,381).
También pueden formar parte del Movimiento Salesiano quienes desde una profundidad religiosa de su vida o la vivencia de valores auténticamente  humanos se adhieren afectiva y efectivamente a la misión salesiana y a su espíritu.



Es un Movimiento APOSTÓLICO proponiéndose realizar la misión evangelizadora de Jesús, la presencia y construcción del Reino de Dios, mediante la educación integral de la juventud, especialmente de  las clases populares, siendo para ella, “signos y portadores del amor de Dios”.



 

Es un Movimiento SALESIANO. San Juan Bosco quiso que su obra tuviese su inspiración en San Francisco de Sales, el santo obispo de Ginebra,  por su humanismo cristiano que le hace reconocer la dignidad de cada persona creada a imagen y semejanza de Dios (Gn 1,26) como hijo e hija suyos; tiene una visión optimista  de la persona humana y de la historia que lo lleva a valorar el bien que existe  en el corazón de todo ser humano aun en  medio del mal que puede estar presente en el mundo, porque hace de la bondad y mansedumbre el principio y la actitud de las relaciones de todo creyente con los demás, a imagen de Jesús, Buen Pastor. Además San Francisco de Sales se distinguió por ser el pastor del diálogo y la acogida  y no de la condena y excomunión y  por el  gran ardor apostólico para ganar a todos para el Evangelio.